Después de compartir “lo no tan bonito” de su recorrido en los certámenes de belleza, Solaris Barba decidió hablar sobre cómo empezó su trayectoria en este ámbito.
La que fue Miss Panamá 2022 reveló a sus seguidores sus humildes inicios hasta alcanzar el éxito, demostrando que historia es un ejemplo de valentía, esfuerzo y gratitud.
“Ya les hablé de lo no tan bonito, ahora les hablaré de lo bonito”, comenzó Solaris, rememorando cómo, a los 17 años, tomó la decisión que cambiaría su vida: participar en su primer casting para un concurso de belleza.
Sin experiencia en modelaje, sin tacones ni vestidos propios, y trabajando como mesera mientras estudiaba, Solaris se presentó al casting con un vestido prestado y zapatos ajenos.
“Cuando llegué, vi un montón de mujeres despampanantes y me quería ir porque empecé a dudar de mí”, confesó. Pero en ese momento crucial, decidió quedarse. Hoy, seis años después, los frutos de su elección son evidentes.
Solaris habló con orgullo de sus raíces en Burunga, un barrio donde desde los 13 años debía caminar largas distancias y ver a sus padres madrugar cada día para darle una educación. “Lo único que mi ser anhelaba era que la niña de Burunga se superara... y lo logró”, dijo emocionada.
Para Solaris, los certámenes de belleza fueron mucho más que desfiles y galardones. “Nunca me interesaron los aspectos banales, lo que más me llena son las lecciones aprendidas”, explicó. De todas ellas, su favorita es el poder de la comunidad y el apoyo mutuo. “Al camino del éxito no se llega solo”, dijo.